Hay momentos en la vida en los que sentimos que todo se detiene.
Que por más que nos esforcemos, algo no termina de fluir.
Yo también he pasado por ahí… hasta que entendí que mi energía y mi mentalidad tenían mucho que ver con lo que atraía.
Fue entonces cuando descubrí el poder de los aceites esenciales.
No solo como una herramienta natural para cuidar mi cuerpo o mis emociones, sino como una forma de elevar mi vibración y abrirme a la prosperidad en todos los sentidos.
La energía que proyectas, vuelve a ti
Cada aceite esencial tiene una frecuencia vibratoria, y cuando los utilizamos con intención, esa energía se armoniza con la nuestra.
Es como si la naturaleza nos recordara, aroma a aroma, que somos parte de algo más grande y que todo lo que necesitamos ya está disponible.
Elevar nuestra vibración no significa ignorar los desafíos, sino mirarlos desde otra perspectiva, con confianza, gratitud y apertura.
Cuando lo hacemos, las oportunidades comienzan a aparecer casi de forma mágica.
La importancia de la intención
Cada vez que utilizo un aceite esencial, me detengo un instante a intencionar.
Porque no se trata solo de oler bien o relajarse…
Se trata de poner energía en aquello que quiero manifestar.
La intención es el puente entre lo que deseo y lo que llega.
Por eso, cuando preparo una bruma o enciendo mi difusor, no lo hago de forma automática.
Busco un espacio tranquilo, enciendo una vela y me tomo unos minutos para conectar conmigo misma.
Mientras mezclo las gotas, pienso en aquello que quiero atraer: claridad, equilibrio, abundancia, nuevas oportunidades.
Y siempre repito una afirmación que me acompaña desde hace tiempo:
“Estoy abierta a recibir la abundancia en todas sus formas.”
Porque eso es lo que verdaderamente transforma: la coherencia entre lo que pienso, siento y hago.
Y quiero compartir contigo otras afirmaciones —o mantras— que puedes repetir con intención.
Son esas frases que, cuando las pronunciamos desde el corazón, nos ayudan a alinear nuestra energía con lo que deseamos.
Elige la que más te resuene, la que sientas que vibra contigo en este momento de tu vida:
La energía del amor fluye a través de mí.
Confío en que recibo lo que necesito cada día.
Me abro a todas las oportunidades que me ofrece el universo.
Agradezco lo que tengo y lo que está por llegar.
Estoy en el lugar y el momento perfectos para crecer.
Mi ritual personal con aceites esenciales
Una de las formas en que más disfruto trabajar mi energía es con las brumas aromáticas y el difusor.
Son rituales sencillos, pero llenos de intención, en los que los aceites esenciales son los verdaderos protagonistas.
Cada aceite esencial tiene su propia frecuencia y energía, y elegir con conciencia cuáles utilizar es parte del proceso.
No todos los aceites son iguales: su efectividad depende directamente de su pureza, su forma de cultivo y el proceso de destilación.
Por eso, para mí es fundamental trabajar con aceites esenciales de alta calidad, que mantengan intactas sus propiedades naturales y que respeten la integridad de la planta desde la semilla hasta la botella, como son los de Young Living.
Cuando uso un aceite, sé que detrás de ese aroma hay toda una historia: tierra cuidada, cosechas sostenibles y una destilación que conserva la esencia más pura de la naturaleza.
Y eso se siente… tanto en el cuerpo como en la energía.
Por qué elijo estos aceites esenciales
Por las mañanas preparo mi bruma con naranja e incienso, una combinación que me ayuda a conectar con la alegría y la serenidad.
La naranja tiene una vibración luminosa: eleva el ánimo, promueve el optimismo y activa la creatividad.
El incienso es mi ancla, me centra, me calma y me conecta con mi parte más espiritual.
Cuando los uno, encuentro el equilibrio entre energía y paz interior.
Esa mezcla me recuerda que la abundancia también es estar en armonía con lo que soy y con lo que tengo.
A veces también utilizo la sinergia Abundancia, de la que te hablé en el artículo anterior.
Su aroma profundo y envolvente me ayuda a reforzar mi intención de prosperidad y merecimiento, especialmente en días donde quiero reconectar con la confianza y la gratitud.
Por las noches, enciendo el difusor con una mezcla de lavanda, incienso y una gotita de canela.
La lavanda me aporta calma mental y equilibrio, la canela representa la prosperidad y el calor del hogar, y el incienso vuelve a recordarme mi centro y mi conexión interior.
Es un momento de recogimiento, gratitud y presencia.
El aroma me envuelve y me recuerda que la prosperidad también es descansar, agradecer y confiar en que todo llega en su momento perfecto.
No hay fórmulas exactas, solo presencia y coherencia.
Porque cuando intencionas desde el corazón, cada aroma se convierte en un mensaje que vibra contigo.
Transformar tu energía y creencias para atraer prosperidad
Atraer prosperidad no es cuestión de suerte, sino de vibración y mentalidad.
Y esa vibración tiene mucho que ver con las creencias que sostenemos sobre lo que merecemos o no merecemos.
Cuando trabajamos con aceites esenciales, empezamos un proceso de transformación que va de dentro hacia afuera.
Los aceites llegan a nuestro sistema emocional a través del sistema olfativo, el más primitivo que tenemos, y que además no pasa por la mente racional.
Por eso son tan efectivos para ayudarnos a cambiar creencias limitantes y posicionarnos en un estado vibratorio más elevado.
¿Cómo hacerlo en la práctica?
Necesitamos crear un anclaje con aquello que para nosotros representa la prosperidad.
Elige un aceite que te conecte con esa sensación de abundancia, alegría o merecimiento.
Cada vez que sientas que flaqueas, que dudas de ti o que caes en pensamientos de carencia, inhálalo profundamente.
Ese aroma se convertirá en tu recordatorio de que eres merecedora, de que puedes y de que estás abierta a recibir.
Desde ahí es desde donde los aceites esenciales actúan realmente: ayudándonos a elevar nuestra vibración y cambiar nuestro estado interno para atraer una realidad diferente.
Esta es la forma con la que yo aprendí a trabajar con ellos y con la que acompaño a las mujeres y familias que deciden empezar conmigo el camino de la aromaterapia.
Porque integrar los aceites esenciales en tu día a día no solo es cuidarte, sino trabajar tu energía, tus emociones y tus creencias.
Y eso es exactamente lo que enseño en mis clases y en las mentorías personalizadas: cómo usar los aceites para vivir en coherencia, abundancia y equilibrio.
Empieza tu propio camino hacia la prosperidad interior
Cada proceso es único.
A veces la vida nos invita a parar, a mirar hacia dentro y a recordar quiénes somos realmente.
Y es justo ahí donde los aceites esenciales pueden convertirse en un apoyo profundo: no solo por su aroma, sino por su capacidad de acompañar procesos físicos, emocionales y energéticos.
Si sientes que estás en un momento en el que necesitas reconectar contigo, con tu esencia y con esa parte de prosperidad que ya habita en ti, puedo acompañarte.
En una sesión de valoración gratuita, te mostraré cómo integrar los aceites esenciales en tu día a día para ti, tus hijos o tu familia, y descubrir juntos qué puede hacer el kit de inicio por vuestro bienestar.
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